Mujeres artesanas le dan luz y vida a los Alumbrados EPM

Contribuyen a incentivar el turismo, dinamizar la economía y generar oportunidades de empleo durante la Navidad.
Mujeres artesanas

En diciembre de 1967, hace 52 años, EPM hizo a Medellín un regalo de luz, color y fantasía: los Alumbrados Navideños. Con el paso de los años, la monumental decoración se convirtió en uno de los símbolos de la ciudad, que atrae cada año a miles de turistas y que se convierte en un maravilloso programa para compartir en familia.

Estas hermosas luces llenas de color logran sorprender cada año a los habitantes de Medellín y sus visitantes, gracias a la combinación entre lo artesanal y avanzadas tecnologías, los Alumbrados de la ciudad se han ganado un espacio entre los mejores del mundo.

Son millones de bombillas y enormes figuras elaboradas a mano por un equipo de 220 artesanos, en su mayoría mujeres cabezas de familia que trabajan todo el año en la Fábrica de la Alegría como ellas llaman este espacio lleno de vida, amor, luz y esperanza.

Sus historias de vida son conmovedoras, la mayoría de ellas llevan alrededor de 10 a 15 años vinculadas a este espacio que la mayoría desconocía que existía a las afueras de la ciudad, exactamente en el municipio de Itagüí. Mujeres destacadas por su alegría instantánea y orgullo de llevar amor en navidad, trabajan incansablemente por encender luz y color en la época más esperada del año.

Con el mismo entusiasmo de hace 52 años, cuando fabricó los primeros Alumbrados, EPM elabora con compromiso y dedicación la decoración de Medellín, con la satisfacción de ver a la comunidad reunida en familia para vivir una de sus más hermosas tradiciones.

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