¿Por qué es tan difícil hacer empresa en nuestro país?

Jaime Álvarez, propietario del prestigioso bar y restaurante “Al Rojo” y otros establecimientos similares pone el dedo en la llaga.

Jaime Álvarez

Jaime Álvarez es un empresario con una visión muy amplia de los negocios de bares y restaurantes en Medellín, pero se viene enfrentando a una problemática cada vez más preocupante porque siente el “acoso” de las autoridades y de las tasas impositivas cada vez más aplastantes para este tipo de negocios.

Por sus manos han pasado reputados bares y restaurantes como Basílica, Ay Caramba, El Botánico, locales muy internacionales en el sector de El Poblado, pero según afirma “aquí ya no se puede hacer empresa en esta ciudad”.

¿Muchos impuestos o muchas vacunas?

Pues el mismo Estado es el que te está vacunando y con el Código de Policía las cosas están preocupantes.

¿Qué pasó?

En su momento me cerraron una discoteca porque sanidad encontró un chicle debajo de una mesa y después vinieron y por dos gaseosas vencidas, ya tenemos un causal de cierre a la tercera infracción viene el cierre definitivo.

En ese local –y nadie ha dimensionado esta problemática- ya no se puede volver a montar un restaurante o un bar. Entonces el dueño del local, al que ya se lo entregué, ya me está demandando que por que yo no lo dejo hacer la actividad, porque yo fui muy mal portado por poner un chicle debajo de la mesa y tener una botella de agua vencida.

Entonces así es la ley y así es el Código de Policía hoy. Nadie ha dimensionado lo que está pasando en esta ciudad, en este momento, hay más de 500 negocios con este doble pecado, ya a punto de cerrar.

¿Eso que implica y cuáles son las consecuencias de la cascada impositiva?

Son alrededor de 25.000 empleos directos y 12.000 indirectos y la ciudad de la innovación con el mayor desempleo del país. La cascada impositiva me ha obligado a poner a la venta 18 restaurantes porque aquí en Medellín no hay nada que hacer.