Botín de guerra

OPINIÓN

Las negociaciones del gobierno colombiano con su vecino venezolano para extraditar a Aida Merlano, tienen todos los ingredientes para convertirlas en un novelón, donde sin lugar a dudas, el gran perdedor es el presidente Iván Duque con su paso en falso de pedirle su extradición a Guidó.

Mientras tanto el presidente o el dictador venezolano -llámelo como quiera- se sigue frotando las manos seco de la risa, frente a la candidez (o estupidez) de su homólogo por el torpe manejo que le ha dado a esta situación.

Con cara gano yo y con sello también, define la posición de Maduro en torno a esta problemática, que tiene al gobierno colombiano entre los tres palos por la información privilegiada que ostenta la Merlano, sobre la corrupción en Colombia y que compromete a importantes políticos de su país.

Mejor botín de guerra no podía caer en manos de Maduro que ha aprovechado la situación minuto a minuto y noqueado a Iván Duque que cayó a la lona sin aire.

Lo que sigue ahora, después de miles de burlas, memes y fake news de algunos periodistas prepago del régimen colombiano para tratar de disimular la medida de guayos de Duque, es la manera como van a negociar la próxima extradición de Aida Merlano.

Dentro de las tres o cuatro fórmulas posibles vamos a escoger de momento la más escandalosa pero posible entre gobiernos corruptos.

Y ahí va: Maduro a través de la Merlano, posee información privilegiada de políticos colombianos que provocaría un cisma en Colombia.

Maduro puede ponerle precio a esta información (ni más faltaba) y vende su silencia a Duque y sus amigos. La cifra rondaría los miles de millones de pesos pero todos aportarían, al igual que aportaron para la compra de votos.

Diez, quince, veinte mil millones de pesos serían los ofrecimientos. La puja debe estar al rojo vivo, aunque todo dependería de la ambición de Maduro. Por ahí me contaron que había importantes políticos colombianos “haciendo vaca”.

Quién se quede con el trofeo (Aida) sería otra cosa. Quizá no importa mucho dónde se quede, mientras Maduro garantice que mantendrá el pico cerrado.

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